viernes, 20 de marzo de 2009

La micropolítica: un sentimiento.

Vamos a trabajar la micropolítica desde dos fuentes bibliográficas: en primer lugar, de un artículo escrito por el Profesor José Luis Bernal, de la Universidad de Zaragoza; en segundo lugar, teniendo en cuenta a profesores de nuestra universidad, como Julián López Yáñez o Marita Sánchez Moreno.

Según José Luis Bernal:

“Si nos acercamos a un centro educativo y observamos lo que sucede en cualquier momento, como por ejemplo en el descanso de la mañana o a la entrada de las clases, nos podremos dar cuenta de que los profesores suelen estar hablando del problema de este alumno o aquel padre, la dificultad para llevar a cabo algún proyecto, la diferente perspectiva ante un enfoque educativo..., en suma se explicitan los conflictos, los intereses grupales e individuales, la distribución del poder, la ambigüedad de sus metas...
Sería el “retrato” de lo que sucede en un centro. Por lo tanto, para comprenderlo se trataría de analizar, comprender, desentrañar esos intereses, esas ambigüedades, esas relaciones de poder para acercarnos a la realidad de una organización educativa, para poder comprenderla realmente. Sin embargo, estamos acostumbrados a ver en la mayoría de las publicaciones un enfoque racional o sistémico, en el que la estructura de la organización está totalmente desligada de las personas que la componen o se concreta en una relación más o menos ordenada de órganos, documentos, recursos o competencias.

Así pues, podemos acercarnos de diferentes maneras para comprender las organizaciones, en este caso los centros educativos, pero detrás siempre hay un modo de entender el mundo, una manera de comprender la realidad que nos rodea. Si entendemos que las personas no pueden desligarse de ningún modo de la estructura en la que están, ya que son ellas mismas las que dan sentido a esa estructura, si pensamos que las diferentes situaciones y procesos que se producen en un centro son imprevisibles, complejos y condicionados por variables como los intereses individuales y grupales o las relaciones de poder, entonces nos acercamos a una perspectiva micropolítica. Se podría afirmar que este modo de entender la realidad organizativa es un sentimiento, es una vivencia que se debe sentir y que representa un modo de acercarnos a la comprensión de todo lo que sucede en un centro educativo, de ahí el título del artículo.

Bernal cita cuatro presupuestos del enfoque micropolítico que nos sirven para comprender, analizar y describir nuestras organizaciones educativas: la diversidad de intereses, el modo de control, la diversidad ideológica, y los conflictos y el poder. Estos serían los cuatro referentes claves para analizar nuestros centros y tratar en comprenderlos.

Artículo completo:
http://didac.unizar.es/jlbernal/Micropsenti.pdf

López Yáñez, nos ofrece una definición de la perspectiva micropolítica como una perspectiva que atiende a los asuntos políticos: conflictos, negociaciones, coaliciones, persuasión… Predominan los intereses particulares, por lo que se hacen y deshacen coaliciones de grupos y se desarrollan formas de poder paralelas: control de reuniones, control de información, desplazamiento…

El poder es el concepto central y lo importante es saber cómo los individuos y los grupos lo adquieren. La escuela está constituida por personas que tienen una historia, una formación, una ideología, unos intereses… que estarán presentes en el desarrollo de todas las actividades. Pero los intereses del grupo que está en el poder también estarán presentes, condicionando cualquier toma de decisiones. En definitiva, la escuela es una organización cuyas metas y procesos son inestables y conflictivos.

Y también se cita una serie de “juegos políticos” que se ponen de manifiesto a la hora de practicar micropolítica en los centros escolares. Podemos clasificar los tipos de juegos políticos en tres grandes categorías:

-Juegos de acción directa o confrontación.
-Juegos de construcción de una base de poder.
-Juegos para promover cambios en la organización.
-Acción directa o confrontación.
En esta modalidad, el poder es usado de manera directa para atacar a otra fuente de poder o defenderse de ella.

a) Juegos de rebeldía para resistirse a la autoridad. Se trata de utilizar la actividad política como oponente de la autoridad, contra el poder formalmente instruido. Constituyen la forma más frecuente de la actividad política en las organizaciones sociales. Consiste en poner en marcha contra la autoridad los recursos políticos básicos: coaliciones, persuasión, negociación… estos recursos pueden ser utilizados contra directivos, o por los directivos contra miembros de un orden superior. La rebeldía puede concretarse en diferentes modalidades: protestando por asuntos anecdóticos, modificando el trabajo de la organización, entorpeciendo la actividad o volviendo las reglas contra los superiores.

b) Juegos de antirrebeldía o contrainsurgencia. Los directivos y superiores pueden reaccionar contra sus subordinados usando la política en sus modalidades básicas: persuasión, negociación e información. Pueden contrarrestar esta resistencia con más autoridad: más controles, reglas más estrictas o mayores penalizaciones.

c) El juego de los grupos rivales. Dos grupos con igual o similar fuerza pugnan entre sí. Una vez puesto en marcha este juego es difícil detenerlo, ya que ambos grupos reclutarán nuevos miembros y aliados. El equilibrio de fuerzas produce una escalada competitiva.

-Construcción de una base de poder.
Aquí no hay oposición o contraposición sino acciones preparatorias de una base de poder.

a) Construcción de alianzas. La alianza se da entre miembros del mismo nivel jerárquico y aparecen disfrazadas de un ropaje técnico, de temas comunes de interés. Es habitual que, cuando se construyen alianzas, algunos miembros logren configurar un grupo o coalición informal y la investidura de sus líderes.

b) Construcción de imperios. Supone un contrato implícito entre superiores y subordinados. Los primeros facilitan el ingreso a los segundos a cambio de apoyos en la micropolítica. Esta modalidad de reclutamiento de nuevos miembros se denomina cooperación. Puede ocurrir que los subordinados ofrezcan sus servicios a los superiores para compartir su posición, obteniendo ambos beneficios.

c) La autoridad como plataforma. El poder formal puede ser formado de manera informal. Quienes ejercen la autoridad usan la plataforma de influencia que ésta les proporciona y las posibilidades para relacionarse con otros elementos.

-Juegos para promover cambios en la organización.

a) El juego de proyectos estratégicos. Se utiliza para ampliar la base informal del poder de una coalición. Consiste en presentar proyectos en los órganos de representación y obtener la aprobación para realizarlos. Mediante su concurso el grupo obtiene influencias, aglutina apoyos indecisos e introduce cambios en la organización.

b) El juego del delator. Se produce una alianza de uno o de varios miembros con una coalición externa. Consiste en una acción política mediante la cual el agente interno informa a un agente externo con influencia acerca de un cambio que se prepara. Previamente ha de existir algún tipo de confrontación entre el delator y los delatados.

c) El juego de los jóvenes rebeldes. La actividad política se orienta a producir un cambio estratégico para la organización que llega a cuestionar el poder legítimo. Es algo parecido a un golpe de estado.

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